-Yo soy el espejo, le dijo tío conejo a la zorra.
-Yo no tengo espejo donde mirarme, fue la respuesta de la zorra.
-Lástima, replicó tío conejo.
– ¿Por qué?, preguntó la zorra.
-Porque el espejo no miente, contestó tío conejo. No hay forma de mentirte a ti mismo.