El gigante de tez rosada, chapaleó desesperado en el mar antes de morir ahogado. Nadie supo que fue lo que le pasó. Algunos dicen que fue un síncope cardíaco, otros que se ahogó decepcionado por un amor no correspondido y los más atrevidos, que estaba aburrido de ser un gigante, un ser sin igual. Conjeturaron que lo trajo el mar hasta casi la orilla para que los habitantes de estos vastos territorios jugaran fútbol en su cuerpo y formularan otras hipótesis, una, por ejemplo, la más tierna de todas, que vino de otro universo, extraviado de sí mismo y atraído por las gestualidades y las voces suaves de los humanos.
