Mi nombre

He aprendido también a nombrarlo,

Y confieso que lo he convencido para el suicidio,

A veces ríe porque tiene que reír

Y otras veces es indiferente al llamado de una voz triste,

Lo he visto zambullirse en el vacío,

Lo he presentido en una letra,

Pero camina las calles altivo y sin fe.

Y la O es el vacío y la P el quite,

La gente lo ve y no le dice nada.

La última vez que nos detuvimos fue para saludarnos,

Adiós le dije y adiós me dijo.

Y adiós me dijo.

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