En la conferencia

Yo tendría unos cincuenta años y ella diecisiete extendidos. Recuerdo que asistíamos a una conferencia sobre libertades y mitos.

-Bésame, dijo.

-No, me odiarán todos los que nos observen.

-Yo si lo haré, dijo resuelta, te voy a besar.

– ¡No!

Y me prendió por la boca como el huracán cuando arranca de raíz una casa y yo la tomé por su cintura con la fuerza de un animal salvaje para no volar a ninguna parte.

-Lo hice, dijo ella con la picardía sexual del final de la adolescencia.

-Me están odiando todos, le dije, nos vamos de aquí ya.

Y nos fuimos huyéndole al odio del amor.

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